La superación del cáncer.
- Maylin Alejandra Hernández García
- 2 oct 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 7 oct 2021
Linfoma Burkitt no hodgkiniano
Enfermedad de la sangre, especialmente de las estructuras llamadas ganglios linfáticos, estos ganglios atrapan virus y bacterias, estos en algún momento pueden estimular el crecimiento anormal de las células de defensa y pueden dar origen a una expresión muy alta, incontrolable, el ganglio aumenta su tamaño muchas veces, de tal forma que no solo se convierte en nódulos pequeños sino en grandes tumores.

Historia de Karen García
Todo inició con un dolor en las encías, porque me iban a salir las muelas cordales, estuve yendo a clínicas dentales y en tratamiento de dolor, todos los lugares donde fui me dijeron que era un ganglio inflamado, el dolor fue aumentando y a los cuatro meses la bolita que tenía en el cuello ya era demasiado grande, decidieron quitármela en la clínica dental y ahí se dieron cuenta de que no era normal y me dijeron que fuera a un hospital, es cuando fui al INCAN, me hicieron una biopsia y me diagnosticaron cáncer de Burkitt, por esto se me taparon las vías respiratorias y los pulmones se me llenaron de líquido, me tuvieron que operar de emergencia y estuve varios días en el intensivo, ya ahí recibí mis quimioterapias, me dijeron que iba a recibir seis ciclos, pero gracias a Dios solo recibí cuatro, todo esto pasó en años.
Afectó mucho mis estudios, yo estaba en mi carrera, mercadotecnia y publicidad, a mí me operaron de emergencia el 28 de diciembre de 2015 y cuando desperté era 12 de enero de 2016, yo no sabía en qué día estaba, pensé que solo había pasado un día y que tal vez a los dos días ya iba a poder salir y regreso a la normalidad, cuando después me dijeron que ya era 14 de enero y que me diagnosticaron cáncer, fue muy duro porque nunca me lo esperaba y más una tan crónica, hasta que se tiene que aceptar todo, ya no pude seguir estudiando hasta un año después, en 2017 tuve la oportunidad estar ahí, porque yo entré a estudiar con bastón, la directora del colegio me dio la oportunidad de dejarme en un aula abajo o me permitían quedarme en el salón a la hora de receso y terminé mi carrera en el 2017, ya con otras cosas que me surgieron aparte del cáncer, siempre estuve en hospitales, hasta ahorita que todo bien, ya estoy en quinto semestre de la universidad, siempre con la misma carrera, publicidad y estoy estudiando para ser camarógrafa.
Mi trabajo también se vio afectado, tuve que detener todo, hasta hace unos meses que volví a trabajar, pero en otro lugar, estoy trabajando en el lugar donde estuve hospitalizada, donde pensé que nunca iba a salir, donde nunca pensé volverme a parar.
Fue un trauma bastante grande, hasta yo me daba miedo. Uno cuando está enfermo ya no quiere nada, ya no se siente en la capacidad de nada, porque te tienen que dar de comer, te tienen que bañar y hacer todo, te sentís como una carga, uno siente que ya se va a morir, estuve en un punto de desnutrición, donde llegué a pesar 58 kilos y no podía ni pararme por sí sola, tenían que cargarme de un lado a otro, era muy complicado, ya no me sentía útil, pero mi familia, amigos y otras personas llegaban a visitarme y me daban palabras de ánimo, querer salir adelante también depende de uno, a veces te pueden decir muchas cosas, pero ya estando uno en un lugar complicado, un tratamiento muy difícil y doloroso, hasta ahí puede comprender a la otra persona, pero mi familia siempre estuvo apoyándome, cuidándome y dándome cariño, entonces todo esto me motivó mucho.
Aún sigo en chequeos, pero ya voy a cumplir cinco años que vencí el cáncer, gracias a Dios siempre aprendiendo cosas nuevas, compartiendo y soy feliz porque estoy con personas que me quieren, a la hora de seguir compartiendo y ser quien soy, me siento muy orgullosa de hasta donde he llegado. Eso que dicen de darle las gracias a Dios por todo, sea mala o sea bueno es muy necesario, porque si yo no hubiera pasado por lo que pasé no estaría donde estoy, ¿fue complicado? Sí, pero gracias a Dios me abrió muchas puertas y ahora donde estoy, estoy muy bien.
Cada vez que se den por vencidos piensen en las personas que tiene a su alrededor. Nunca se den por vencidos, porque la esperanza nunca muere, la esperanza siempre está presente, siempre encomendarse a Dios y que salga de ustedes salir adelante. Hay que luchar, cumplir sus sueños de niño, cumplir esas metas, convivir con la familia y salir de eso.
Enfoque Médico
El cáncer en Guatemala es una enfermedad complicada y cara porque no existen programas nacionales que cubran a los pacientes, dado que hay otras prioridades. El cáncer es poco atendido porque los casos son complicados, de larga duración, muchos tienen mal pronóstico, exigen muchos recursos, este es el caso específico de Karen García.
El caso de Karen fue manejado por el departamento de hematología y de oncología, ellos se encargaron del diagnóstico, del tratamiento y de la evolución.
A finales del año 2015, Karen ingresó por primera vez al Instituto de Cancerología (INCAN) con un ganglio, lo demás fue una protuberancia en el cuello, fue uno de los hallazgos iniciales que más frecuentemente aparece en este tipo de pacientes, llegó en mal estado físico, con palidez, con otros síntomas asociados a este problema que venía padeciendo. El manejo del ganglio inició con una biopsia, para hacer el diagnóstico.
El diagnóstico definitivo que se le dio fue un tipo de tumor o de linfoma que no es muy frecuente, Linfoma de Burkitt, el cuerpo de médicos se ve preocupado, pues este linfoma se presenta en personas jóvenes el cual, sino se trata a tiempo y adecuadamente tiene un mal pronóstico, esto indica una expectativa de vida muy corta y un desenlace fatal.
Tratamiento:
Su principal tratamiento es radioterapia, pero la fundamental es quimioterapia, sin embargo esta es tóxica y muy cara, ya que son dos tipos de terapia, la convencional y la terapia de anticuerpos, la segunda es la más cara es nuestro país, esto hace que el pronóstico de vida sea aún más complicado.
Cuidados Intensivos
Los efectos colaterales de la quimioterapia la llevaron hasta la unidad de cuidados intensivos, donde su vida estuvo en peligro por más de dos semanas, la mayor parte del tiempo estuvo entubada y acá inició el proceso de la pérdida de su cabello. Comenta Ana Rosa Pozuelos, auxiliar de enfermería, que Karen en su estadía en el lugar fue muy colaboradora, aceptaba sugerencias y el apoyo que se le daba, sin embargo, fue un tiempo muy complicado para los médicos y para su familia, necesitó mucho apoyo físico, moral, espiritual, orgánico y mucho afecto, con lo cual se le logró apoyar en la medida de lo posible.
Luego de salir del intensivo se empezó a recuperar, de tal forma que ya con los años se le puede ver sin rastro de la enfermedad.
Ámbito Laboral
En este año se dio la oportunidad de que Karen pudiera colaborar en la institución INCAN, en el área de atención al paciente y pertenecer al equipo de trabajo, ahora ella está del otro lado de estos casos, donde las personas tratan de hacer lo humanamente posible para ayudar a los pacientes y que a veces hay situaciones que se les salen de las manos, también es una experiencia buena al ver como los pacientes superan la enfermedad y ella puede dar un buen testimonio de vida y de lucha.

Realizarse exámenes constantes y con tiempo, cualquier malestar que no es normal en el cuerpo consultarlo con médicos, para poder tratar el origen de la enfermedad, antes de que sea avanzado. Es necesario que su diagnóstico sea dado por personal certificado y calificado.
Fuentes:
Karen Sucely García Carrillo
Dr. David Estrada, Médico cirujano oncólogo en el Instituto de Cancerología y Hospital Dr. Bernardo del Valle (INCAN).
Marcia Cifuentes, unidad encargada de atención al paciente, compañera laboral de Karen García.
Ana Rosa Pozuelos, Auxiliar de enfermería, actualmente en el centro de intensivo en el Instituto de Cancerología (INCAN), enfermera jubilada del Centro Médico Militar.
Comments